Cada socio contaba con una fábrica acorde a sus posibilidades impidiendo contar con todos los requerimientos establecidos en la normativa vigente. Esta necesidad condujo a establecer una planta modelo donde puedan elaborar el producto en base a la normativa y estándares que exige el mercado a este producto alimentico.
Mariuxi Silva, presidenta de la asociación señaló que la producción se vende a la fundación MCCH, esta realiza el análisis respectivo verificando la calidad del producto para finalmente ser exportado a países europeos como España, Italia y Alemania, mercados muy difíciles, por la exigencia de calidad.
Recientemente obtuvieron la certificación orgánica, tras la respectiva auditoría, realizada a 43 hectáreas de caña, sin embargo, el ingreso de nuevos socios ha incrementado también el número de hectáreas a 83, elevando la producción de 700 a 900 quintales de panela.
El costo de cada quintal es de 48 dólares, pero adicionalmente la asociación recibe una prima de 4 dólares por quintal, debido a la certificación de comercio justo, dando un costo final de 52 dólares mensuales por quintal.
El sueño de la asociación es poder comercializar su producto con el nombre Flor de Caña, por ello han realizado acercamientos con el Conagopare, Gobierno Provincial de Cotopaxi, GAD de Sigchos; con la asesoría técnica de MCCH, para que se apoye en la gestión y obtener la certificación necesaria.
